19 junio 2010

Vila-Matás

La verdad es que mi primer intento como novelista fue, o ha sido, un completo fracaso. El libro ha resultado todo un éxito editorial. Pero ya en las primeras entrevistas y conferencias para la presentación del mismo, me resultaban extrañas determinadas preguntas que, sobre el mismo, se me hacían por gente que, de modo súbito, se había convertido en verdadera estudiosa de mi obra y alababa el volúmen como lo mejor que se había escrito en este principio del siglo XXI (si salvamos a Vila-Matás y alguna que otra honrosa excepción que circula por ahí).
Así, eran múltiples las referencias a un capítulo 28 que yo no recordaba haber escrito; según creo recordar, a la editorial entregue 26 capítulos. Otras cuestiones hacían referencia al epílogo del Capítulo 40 que tampoco se representaba en mi memoria. De este último, lo que más me llamaba la atención era que se dijera del mismo que dejaba abierta la puerta hacia una segunda parte. Yo creo que el libro no dejaba abierta la puerta a nada, pero es que, a mayor abundamiento, jamás me han gustado las sagas, salvo las que han conseguido que millones de adolescentes analfabetos funcionales (según los clasifica la ONU) se hayan acercado a la lectura.
Todo eso, por no nombrar la existencia de preguntas y cuestiones sobre personajes de los que no recuerdo su presencia entre las páginas de la novela. Un detective borracho y mujeriego (¿en España tendría éxito este tipo de personaje?); una mujer misteriosa que aparece y desaparece entre la página 100 y la 210. Lo cierto es que a mi me gustan los personajes secundarios, normales, con sus miserias y sus terribles ganas de supervivencia a cualquier costa y sus sombras, y no esos que me refieren.
En fin, que tendré que releer mi novela, porque no la recordaba tan larga, tan plagada de tópicos y típicos personajes y sobre todo, porque, con sus pastas en rústica y su portada, se me ha hecho una gran desconocida de mesilla de noche y, así, creo que de seguir esto así, no puedo o no podré volver a escribir nada nunca más.